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¿Es la droga un enemigo? ¿Es realmente la droga un desconocido? ¿Hay algún aspecto que se nos escapa del conocimiento?


martes, 12 de marzo de 2013

Los estragos de las drogas

Rostro demacrado, cara chupada y figura escuálida. 

A este perfil responden la mayoría de los toxicómanos, un estereotipo común que muchas personas tienen de los adictos. Pero esta percepción, a partir de ahora, también tiene una base científica. Una investigación realizada por la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de la Coruña acaba de demostrar, en un estudio pionero en España, que existe una relación directa entre el consumo de drogas y la composición corporal.
El trabajo, dirigido por el doctor Manuel Pimentel González, del Grupo de Investigación para la Actividad Física y la Salud, revela que el peso de los heroinómanos (en concreto) se sitúa cuatro kilos por debajo que el de una persona que no está enganchada a las drogas; así como el porcentaje de grasa corporal también menor entre los consumidores de heroína (10,72%).
Cuanto más temprana sea la edad en que se inicia el consumo de drogas, mayor es el daño físico. 
Las drogas cuando entran en el organismo pasan al torrente sanguíneo y desde allí son transportadas a otras partes, como el cerebro. Desde ese lugar pueden intensificar o entorpecer los sentidos, como el de alerta o reducir el dolor físico.

Conoce los efectos concretos que producen las drogas en tu salud:

Alcohol: En dosis altas afectan gravemente al juicio y la coordinación de las personas. Los bebedores pueden hablar de forma más lenta y sufren tiempos de reacción lenta.
Anfetaminas: Estas drogas aumentan la frecuencia cardíaca, la respiración, la presión arterial y además, pueden provocar sudoración, temblores y visión borrosa. 
Cocaína y crack: Aumenta la frecuencia cardíaca, la respiración, la presión arterial y la temperatura corporal. Su consumo inyectable expone al individuo al contagio de la hepatitis o VIH, en caso que se comparta aguja con otros adictos. Inhalarla podría promover la formación de un orificio en el revestimiento interno de la nariz. La persona está expuesta a sufrir ataques cardíacos o experimentar insuficiencia respiratoria.
Éxtasis: Sus efectos son una especie de hormigueo en la piel, una mayor frecuencia cardíaca  sequedad en la boca, calambres, visión borrosa, escalofríos, sudoración y náuseas. Muchos consumidores han manifestado sufrir depresión, paranoia, ansiedad y confusión.
Heroína: Está asociada con el estreñimiento crónico, piel seca y problemas respiratorios. Los que se inyectan esta droga sufren a menudo colapso de las venas y en el caso de compartir la aguja corren el riesgo de contraer infecciones como el VIH, hepatitis B o C y la endocarditis bacteriana (inflamación del revestimiento del corazón).
Marihuana: Eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial. A algunas personas se les enrojecen los ojos o tienen mucho sueño o mucha hambre. Tiene un efecto fuerte en los pulmones como tos, respiración sibilante y resfriados frecuentes.

El consumo de forma frecuente lleva a una dependencia física en la que el organismo se vuelve necesitado de las drogas; tal es así que cuando se interrumpe el consumo surgen fuertes trastornos fisiológicos, lo que se conoce como Síndrome de abstinencia.

Realizado por: Rebeca Martín Pérez.


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