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¿Es la droga un enemigo? ¿Es realmente la droga un desconocido? ¿Hay algún aspecto que se nos escapa del conocimiento?


lunes, 3 de junio de 2013

Prisiones o Cárceles

El 54% de la población reclusa española es drogodependiente, y aproximadamente un 50% de la delincuencia se relaciona con el tráfico de drogas. 


Las cárceles son por lo común instituciones autorizadas por el gobierno. Es el lugar donde se priva de libertad a los internos, y forma parte del sistema de justicia de un país o nación. Existen tres tipos de prisiones: 
  • Las provisionales o preventivas: (según el Art.8.1 del título primero del Ordenamiento      Penitenciario español) son centros destinados a la retención y custodia de detenidos y presos. También podrán cumplirse penas y medidas penales privativas de libertad cuando el internamiento efectivo pendiente no exceda de seis meses.
  • Las de cumplimiento: (según el Art.9.1 del título primero del Ordenamiento Penitenciario español) son centros destinados a la ejecución de las penas privativas de libertad. Se organizarán separadamente para hombres y mujeres y serán de dos tipos, de régimen ordinario y abierto.
  • Las especiales: (según el Art.11. del título primero del Ordenamiento Penitenciario español) son aquellos en los que prevalece el carácter asistencial y serán centros hospitalarios, centros psiquiátricos y centros de rehabilitación social (estos últimos para la ejecución de medidas penales, de conformidad con la legislación vigente en la materia).
Sus objetivos fueron evolucionando con el transcurso del tiempo. Comenzó con la idea de que el prisionero tenía que reparar el daño que había causado a la sociedad; hasta el hecho de considerar la prisión como un lugar de reeducación del delincuente, cambiando a los delincuentes y adaptándolos para una vida normal en la sociedad.
Normas que prohíben las drogas dentro del ámbito penitenciario
LEY ORGÁNICA 1/1979 DE 27 DE SEPTIEMBRE
Art. 3.4: La Administración penitenciaria velará por la vida, integridad y salud de los internos.
Faltas Graves Art. 109 apartados:
f) Introducir, hacer salir o poseer en el establecimiento objetos que se hallaren prohibidos por las normas del régimen interior.
i) La embriaguez producida por el abuso de bebidas alcohólicas autorizadas que cause grave perturbación en el establecimiento o por aquellas que se hayan conseguido o elaborado de forma clandestina, así como el uso de drogas tóxicas, sustancias psicotrópicas o estupefacientes, salvo prescripción facultativa.

Problemática de la drogadicción
Los internos de la cárcel consumen todo tipo de drogas: benzodiacepinas, heroína, hachís, y cocaína en menor cantidad por su elevado precio, y las consumen a diario. 
Son politoxicómanos, con el consiguiente riesgo de sobredosis e incluso de muerte. 

El Ministerio del Interior junto a diversas ONGs llevan tiempo implantando programas diversos de atención a la drogodependencia en las cárceles: Programas de Mediadores en Salud para formar drogodependientes en prisión que informen a sus compañeros de cómo prevenir las diversas enfermedades derivadas del consumo de droga, Programas de intercambio de jeringuillas, metadona, naltrexona, atención psicosocial. 
Pero el programa principal es el Grupo de Atención a Drogodependientes (GAD) es el órgano colegiado encargado de la coordinación de las intervenciones sobre drogodependencias. El objetivo de la Estrategia Nacional sobre Drogas persigue “Garantizar la existencia y desarrollo de los Grupos de atención al Drogodependiente en el medio penitenciario”.
En la composición del GAD están presentes todos los departamentos del centro penitenciario, así como las instituciones que intervienen en drogodependencias.

Una elevada proporción de internos declara antecedentes de consumo de drogas. Una cuarta parte se había inyectado drogas al menos una vez en la vida y un 11,4% lo hacía de forma habitual en el momento de su ingreso en la prisión. Ahora bien, todos los datos indican que las prisiones no contribuyen a extender el consumo de drogas, puesto que un pequeño número declara haberse iniciado en ellas dentro de la prisión, la proporción de consumidores es mucho menor dentro de la prisión que en situación de libertad, y es menor la frecuencia de consumo.

Realizado por: Rebeca Martín Pérez.

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