Debemos
ser conscientes que las drogas, entendidas como sustancias (naturales
o artificiales) que modifican el estado mental y/o físico de
las personas, han estado presentes en todas las culturas. No
obstante, el uso indiscriminado de estas sustancias surge con el
desarrollo de las sociedades de consumo, como parte de la cultura
capitalista, suponiendo el mejor negocio para algunos/as y la peor
desgracia para otros/as.
Cuando
se instaura el capitalismo, las drogas se convierten en mercancía.
Dejan de tener exclusivamente valor de uso para adquirir también
valor de cambio y por tanto, su consumo está determinado por
las leyes del mercado, es decir, por la oferta y la demanda.
En relación con el
consumo de drogas, la actual crisis económica afecta a los
hábitos de consumo de sustancias estupefacientes, ya que
produce una cierta pujanza de los consumos de drogas más
baratas, lo que es llamado el “recorte de gasto”que puede
llegar a optar por combinados peligrosísimos como
combinaciones mortales de roinoles y alcohol.
En
relación con la producción de drogas, debido tanto a la
crisis como a ese llamado “recorte de gasto”, hace que
se “creen” drogas mucho más económicas que
suelen general una mayor dependencia física y psicológica.
Como bien sabemos, las drogas
tienen una clara función social, y en estos tiempos de crisis,
estas sustancias son una excelente vía de escape para huir de
los problemas, con lo cual, las personas acuden a ellas como
analgésicos de los problemas sociales.
Asique
con todo lo dicho y como todo en la vida, en el mundo de la droga,
lo barato sale, peor si cabe, caro.
Realizado por: Judith Bryme Cruz.
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